lunes, marzo 22, 2010

Espejismos de Oriente en Occidente

El sábado tuvimos la gran suerte de ser invitados a comer por Tomás Alcoverro, el corresponsal de la Vanguardia en Oriente Medio. Fue agradable y provechoso en todos los sentidos, en primer lugar pudimos comer algo cocinado a la europea, lo cual fue un reconstituyente necesario y delicioso para un estomago maltrecho de tantos excesos gastronómicos a la libanesa. En segundo lugar, la comida se transformó en una clase magistral de casi dos horas por parte del decano de los corresponsales que informan desde el laberinto sociológico que es esta región.

Creo que acabó agotado, pero a nosotros nos supo a poco. La conclusión final se reduce al logrado título que tienen sus artículos de la Vanguardia “Espejismos de Oriente”, pues aquí nada es lo que parece, nada responde a nuestra incorregible manía de etiquetar a las personas, a las religiones, a los grupos. Esta obsesión tan nuestra que nos permite vivir instalados cómodamente entre el alud de información en el cual vivimos inmersos y que creemos que nos ayuda a interpretar la realidad que nos rodea bajo consignas y decodificadores que no hacen más que anestesiar nuestra capacidad de análisis. Aquí todo esto se demuestra sorprendentemente inútil y equívoco, o lo que es peor, perjudicial para nuestro conocimiento.

En Oriente medio todo es cambiante, es la sensación de vivir sobre capas tectónicas en constante movimiento. Empiezo a entender que para un periodista vivir esta realidad, tratar de comprenderla e informar objetivamente de ella puede llegar a ser un reto titánico y difícil. Para llegar a esto primero debería de desprenderse de años de prejuicios y prescindir de apriorismos y estereotipos, repetidos en las facultades de periodismo y en los medios de comunicación occidentales como versículos del Corán en una Madrasa. Para mayor desinformación todo esto sucede en una región plagada de espías occidentales que apenas hablan árabe y que demuestran día a día lo pedante y pretencioso que es llamarlos Servicios de información. Que se lo pregunten a la CIA tras sus continuos fracasos en Irak. Estas son nuestras fuentes de información.

Por todo ello en Occidente, y por lo que respecta a Oriente medio, vivimos instalados en la perpetua desinformación, seguimos fórmulas antiguas para analizar y tratar de entender una sociedad tan compleja, cambiante y vertiginosa como podría ser la nuestra, dónde la religión es sólo un elemento más, y no el más importante, en el intrincado gran juego que se desarrolla entre el Océano Índico y el Mediterráneo.

Nada es lo que parece, porque en el fondo no son más que espejismos de Oriente que siguen manifestándose en Occidente. Y como todos sabemos, los espejismos no son reales, sólo están en los ojos que quién los mira.

9 comentarios:

  1. ¡Qué bueno que tengáis encuentros tan fascinantes! Saludos

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  2. Sí Gina... hay gente con la que da gusto hablar, son amenos e instructivos y creo que se debe a que son (sois) periodistas, no historiadores, ni políticos ni otras faunas.

    Ahora sólo nos falta encontrar una buena botella de whisky con la que sobornar a Maruja Torres para que nos complete la historia :-)

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  3. todo lo contrario: por culpa de muchos "malos" periodistas vivimos esta desinformación.

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  4. Estic d'acord, que hi ha molts periodistes que no aprofondeixen en el tema, potser perquè no "interessa" a la gent, o no sé si pitjor o no, no interessa a segons qui, estan una mica lligats de mans. Estem "massa" informats, però la capa és superficial... Que fort això que dius que n'hi ha que es fan dir "serveis d'informació" sense parlar la llengua del país!
    Tu creus que es pot viure de manera pacífica en una regió on hi conviuen tantes religions? I la manera com defensen cada una, amb ostentació i pensant que la seva és la millor...
    D'altra banda, pel poc temps que esteu aquí aneu a parar a bones fonts, i que us puguin explicar de primera mà el que es cou al país, no m'estranya que el pobre home acabés rebentat... Explicar tantes vivències en un sopar!

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  5. Yo sólo he dicho que hay gente que explica las cosas de forma amena porque lo hacen como periodistas, no que todos los periodistas sean amenos. Ni tampoco que todos los que no son periodistas sean aburridos.

    Incluso los que desinforman pueden ser divertidos y los veraces aburridos... no tiene nada que ver lo uno con lo otro.

    Y hablando de periodistas... Sara Carbonero ya es subdirectora de deportes de Tele5, eso sí es un carrerón.

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  6. Dios, me muero de envidia... ¡síganos contando!

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  7. Un puntazo lo de Tomás Alcoverro, coincido en la envidia.
    Aún así, la desinformación y el entramado de tópicos, no es unidireccional, no os engañéis. Pero tener la suerte de desmontar toda una fachada preconcebida de primera mano, asesorado por tan doctas opiniones es un verdadero lujo sólo al alcance de mentes abiertas y permeables. Mis felicitaciones.
    Un abrazo.

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  8. Dale un abrazo a Alcoberro de mi parte y dile que le recuerdo como si fuera hace cincuenta años.
    Los servicios de inteligencia son igual de chapuzas en occidente, como demostró la cia con su retrato de Llamazares Laden.
    La inteligencia nunca puede ser un servicio.
    Abrazos.

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  9. En todas partes cuecen habas!Yo diría que esas sensaciones son mútuas,pues la vision que se tenga de occidente en esos paises probablemente tambien se asemeje a un espejismo.De todos modos es importante llegar a esas reflexiones tras un buen almuerzo (o cena) como solemos (y sabemos) hacer por nuestras tierras :-).Un saludo!

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